Noticias Clínica Podológica Raúl Llorca


¿Por qué cuando corro me duelen los tobillos?

7 de noviembre de 2014



Existen diferentes anomalías o afecciones que al correr pueden causar dolor a nivel de los tobillos. Aunque algunas son más severas que otras, todas pueden hacer que actividades como correr o incluso caminar sea algo difícil y doloroso.
Lo que está claro, es que este es un signo que nos indica que algo en nuestra base de sustentación no está en las mejores condiciones y tenemos que hacer algo sino queremos acabar en el “dique seco”. Además, el tobillo es un lugar donde hay muchos ligamentos y tendones que sirven para dar movilidad a esta zona, y pueden estar siendo afectados con una incorrecta dinámica por lo que suele agravarse con el tiempo. 

¡No continúes corriendo con esas molestias! ¡Nunca las subestimes!


Entre los principales motivos de la presencia de dolor en los tobillos del corredor, podemos encontrar:

§ Pie Plano: Este es un pie que presenta mayor rigidez por lo que provoca alteraciones en la adecuada técnica de carrera y en muchas ocasiones desviaciones en la alineación del tobillo creando tensiones anómalas en los tendones y ligamentos del tobillo.
§ Pie Cavo: Este tipo de pie también puede estar muy implicado entre las causas que provoquen molestias en el corredor, ya que al tener menor base de sustentación puede estar íntimamente ligado a los esguinces de repetición. Además, por la estructura que presenta provoca mayor tensión en la musculatura posterior de la extremidad, tensando entre otros al Tendón de Aquiles.
§ Pronación o Supinación excesivas: Todas las desviaciones en la alineación del tobillo van a crear tensiones anómalas en los tendones y ligamentos, tanto en tobillos como en rodillas, caderas o espalda.
§ Incorrecta técnica de carrera: Personas “normales”, sin anomalías estructurales ni funcionales, pueden sufrir molestias en sus tobillos debido a una técnica incorrecta de carrera que debe de ser revisada por un experto para reeducar al corredor.
§ Fisura/Fractura: Suelen identificarse fácilmente por el dolor e hinchazón que ocasionan, pudiendo ser diagnosticadas con una radiografía simple. Aunque hay que tener cuidado, ya que pequeñas fisuras sobretodo en la zona del peroné, pueden pasar desapercibidas.
§ Artritis Reumatoide: Es una enfermedad autoinmune. En una persona sana, se envían los anticuerpos a su sistema inmune para luchar contra las infecciones. Pero en una persona que padece AR, estos mismos anticuerpos eligen como blanco las articulaciones. Los síntomas de esta enfermedad son la inflamación de las articulaciones, disminución de su movilidad, fiebre, fatiga o hinchazón.
§ Tendinitis: Los tendones conectan el músculo al hueso, con el tiempo y la constante tensión sobre ellos (por diferentes motivos) puede causa pequeños desgarros, que pueden irritarse e inflamarse.
§ Síndrome del Túnel Tarsiano: Se produce cuando el nervio tibial posterior a su paso por el tobillo se ve afectado (por compresión o fricción) y se inflama.
§ Esguinces: Es una lesión que puede afectar a cualquier ligamento del tobillo, que sucede cuando éstos se estiran demasiado, ya sea por caer mal o falsear el pie, o mover el tobillo de forma incorrecta.
§ Tobillo débil: Se debe a un cansancio de los ligamentos o a una deficiente rehabilitación de un esguince, lo cual provoca inestabilidad lateral del tobillo. También puede deberse al uso de un mal calzado o a un exceso de estrés.

Una completa exploración física, antecedentes personales, estudio biomecánico y/o pruebas diagnósticas adicionales son la clave para después aplicar el tratamiento idóneo a la causa de la lesión.


También puede interesarte el siguiente artículo: Plantillas con “Técnica de adaptación en directo”