Noticias Clínica Podológica Raúl Llorca


5 preguntas clave para entender la fascitis plantar

24 de mayo de 2018



Podemos considerarla como la “lesión top” entre los deportistas, especialmente acusada en los amantes del running y corredores profesionales. Pero puede afectar a cualquier persona por causas tan diversas como caminar con un calzado inadecuado, tener alteraciones en el apoyo o sufrir un problema de sobrepeso.

1.- ¿Para qué sirve la fascia plantar?

La fascia plantar es una estructura de tejido colágeno que va desde el talón hasta la raíz de los dedos y cuya función es absorber impactos y redistribuir las cargas del pie.


2.- ¿Qué síntomas podemos llegar a sentir?

El dolor se inicia normalmente en la zona antero-medial del talón, suele ser más agudo por las mañanas, y al realizar ejercicios que demanden un aumento de la carga sobre la zona. Luego mejora al calentar el pie, pero impide el ejercicio. En los deportistas el cuadro suele ir apareciendo de forma progresiva.


3.- ¿Cuáles son las principales causas de su aparición?

Los microtraumatismos repetidos son la causa más común, y puede afectar a cualquier persona, especialmente a los deportistas.
Las principales causas en el corredor pueden ser:
  • Exceso de ejercicio. 
  • Actividad física en terrenos irregulares (senderismo, carreras en montaña…). 
  • Actividad física en cuestas o pendientes. 
  • Uso de calzado inadecuado. 
  • Falta de amortiguación en el calzado. 
  • Pie plano o pie cavo (exceso de arco plantar). 
  • Sobrepeso. 
  • Acortamiento de los músculos de la pantorrilla.  
  • Alteración en la almohadilla plantar del talón. 
  • Hiperpronación en dinámica.

4.- ¿Cuál es el mejor tratamiento?

Hablar del mejor tratamiento siempre es un tanto relativo ya que esta es una lesión del pie muy molesta y persistente; su curación puede ser muy complicada, por lo que en muchas ocasiones se requiere la combinación de varios tratamientos.
Siempre, como es lógico, la evolución será mejor si se inicia el tratamiento al principio de los síntomas.
Se pueden tomar analgésicos o aplicar frío a la lesión para ayudar a reducir la inflamación y calmar el dolor. Es importante, revisar el calzado y si es necesario cambiarlo porque un calzado en mal estado o inadecuado puede ser también el causante de esta lesión.
El Fisioterapeuta te puede ayudar con masajes, estiramientos y potenciación de los músculos. También te pueden ayudar con vendajes funcionales en el pie y tratarte con crioterapia, electroterapia u otras técnicas.
Una de las causas más importantes de la fascitis plantar es un apoyo incorrecto del pie o una alteración anatómica que lo propicia. De ahí que las plantillas jueguen un papel clave en la prevención y alivio de esta patología. Las plantillas deben de ser siempre adaptadas y personalizadas para cada persona, no serán útiles ni plantillas de látex ni otras estándar que no se ajusten a nuestro pie. La técnica de realización de plantillas con la que mejores resultados hemos obtenido en nuestra clínica es la TAD (Técnica de Adaptación en Directo), en la que las plantillas se configuran directamente sobre el pie del deportista asegurando un correcto contacto sobre la fascia plantar.

Con este abanico de combinaciones y un poco de reposo y paciencia podremos encontrar solución a esta molesta dolencia.


5.- ¿Cómo podemos prevenir la fascitis plantar? 
  • Corrigiendo las causas o disbalances musculares. Hoy en día contamos con estudios biomecánicos de la carrera para conocer nuestro tipo de pisada y poder evitar así las malas posturas. 
  • Haciendo estiramientos de las extremidades inferiores, y también del pie y de la fascia plantar.
  • Siendo progresivos en el entrenamiento. 
  • Consultando cuando empiezan los síntomas mejor que cuando ya han pasado varias semanas o meses. 
  • Usando el calzado adecuado (evitando chanclas y calzados sin sujeción) y, cuando está indicado, soportes plantares o plantillas personalizadas de corrección.
  • Evitando el sobrepeso y tratando de llevar un dieta sana y equilibrada y practicando ejercicio a diario. 
  • Alternando el running y las caminatas con otras actividades mucho menos agresivas para la fascia como nadar o montar en bicicleta.