Noticias Clínica Podológica Raúl Llorca


La Pronación en el Corredor

9 de febrero de 2014


El término pronación no es algo nuevo que se hayan inventado las casas comerciales o la Wikipedia, es la manera en que se hace referencia a dos movimientos propios de las extremidades en el ser humano: la rotación del antebrazo situando la palma hacia abajo, y el giro del pie hacia dentro en la deambulación. Hasta hace unos años, este término era desconocido para el público no sanitario, siendo hoy en día tras el auge del running casi como un diagnóstico en vez de la definición de un tipo de movimiento. 

Las casas comerciales crean modelos de calzado que en teoría subsanan las desviaciones para todos los corredores del mundo. Muchas tiendas deportivas se atribuyen la potestad y la formación necesaria para diagnosticar y recomendar el mejor calzado para el individuo, que supuestamente mejorará su pisada con una tecnología bajo la etiqueta de “pronador”. 

Algo que no acabo de entender… De hecho, los podólogos ya empezamos a ver patologías y dolores relacionados con una incorrecta elección del calzado o con una inadecuada corrección proporcionada por el mismo. 
Esa pregunta clave: ¿Sabes que tipo de pisada tienes? A lo que el corredor responde con un dubitativo “no”. A partir de aquí, al vendedor se le abren tres opciones: Pronador, neutro o supinador. Y si tiene duda, la consigna es recomendar el calzado para pronador. Considero que esto es demasiado simple habiendo tantas combinaciones y posibilidades de pisada a parte de esas tres opciones, y eso sin entrar en las individualidades de cada deportista. Además se presentan muchas incoherencias en las recomendaciones por esa falta de formación de las personas destinadas a la valoración del deportista. Diría que este es el inicio de muchos males que posteriormente dan la cara en modo de periostitis tibial, tendinitis de peroneos, fascitis plantar…etc. 


Si analizamos la anatomía y la biomecánica humana a la hora de andar o correr, partimos de la base de que la capacidad para pronar al principio del movimiento y la de supinar después, son parte natural de la perfecta distribución de cargas que permiten la propulsión y el avance. Sin entrar en más detalles, podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que la pronación no sólo es normal sino que es vital en el movimiento humano. 

Otro aspecto sería el corredor que presenta una “hiperpronación” que conlleva unas presiones y tensiones anómalas que en la mayoría de casos acaban pasando factura a la salud del deportista. Esa “hiperpronación” no tiene medida ni cuantificación exacta, ya que puede variar sensiblemente dependiendo de las características de cada persona. Los podólogos nos basamos en el número de grados de inclinación del retropié con respecto al tendón de Aquiles, diferentes exploraciones físicas y estudios biomecánicos de la marcha, además de contemplar otros aspectos fundamentales como el sobrepeso, antecedentes médicos, desviaciones estructurales, dismetrías o asimetrías, la técnica de carrera empleada o la superficie en la que se corre, entre otros, para llegar a un diagnóstico y tratamiento lo más certero posible. 
Pero, bien es cierto, que lo que me ha enseñado la experiencia profesional es que cuanto mayor sea el grado de pronación, mayor es el índice de probabilidades de lesión en el corredor. 

Seguramente tras leer este artículo tendrás más dudas respecto a la pronación que incluso antes de leerlo, aunque no era la intención inicial, esa es la realidad del asunto. Así que voy a responder a algunas preguntas clave: 

Entonces, ¿si creo que soy pronador compro calzado para pronadores? Depende. Un pronador fisiológico (ligera pronación normal que ayuda a la amortiguación natural del pie) no tendría ninguna necesidad de utilizar este tipo de calzado. Seguramente un calzado neutro (sin elementos añadidos ni modificaciones en la densidad de la suela) sería el más adecuado, centrándonos sobretodo en que el peso, la composición de materiales y la suela se adecuen a nuestras características y nuestra práctica deportiva.

¿Siempre hay que tratar la hiperpronación? Si. Respuesta clara, si eres deportista y más si eres corredor asiduo, debes de corregirla para evitar posibles lesiones que pueden llegar a ser graves. ¿Qué puede provocarme una hiperpronación no tratada? Una hiperpronación sin compensación ninguna en el corredor puede causar desde lesiones leves como durezas en el 1º dedo o la zona metatarsal, otras más dolorosas e incapacitantes como fascitis plantar, periostitis tibial o tendinitis de Aquiles, hasta patologías más graves como fractura de sesamoideos del 1º dedo, luxación del escafoides o afectaciones en la rodilla. La gama de posibles lesiones es muy amplia, por lo que para cualquier corredor o persona activa los podólogos recomendamos la compensación de este movimiento según las necesidades de cada individuo. 

¿Plantillas o calzado deportivo para pronadores? No se puede responder a esta pregunta de manera general, cada caso particular es un mundo que hay que estudiar. Con hiperpronaciones ligeras sin lesiones previas y sin valgo de retropié en estática ni otros condicionantes podría ser suficiente un calzado deportivo específico. Para el resto, recomiendo plantillas personalizadas y adaptadas a cada deportista, y como técnica de realización me decanto por la TAD (ya comentada en otro artículo). En estos casos, que son la mayoría, utilizaremos las plantillas junto con un calzado neutro sin elementos añadidos. En algunas ocasiones, bajo recomendación del podólogo, incluso se podrían utilizar como refuerzo del tratamiento, la combinación de las dos posibilidades: plantillas y calzado para pronadores. 

¿Cómo sé con certeza si soy hiperpronador? El verdadero problema en la pronación, es saber realmente que pronación presentas, para ello la opción más segura es acudir a un podólogo deportivo para su evaluación. Hacer pruebas en centros comerciales o tiendas de deporte nos puede dar resultados poco fiables. 

Autor: Raúl Llorca Llorca. Para: corredordefondo.