Noticias Clínica Podológica Raúl Llorca


Calzado deportivo para la carrera

2 de septiembre de 2009

El año pasado publiqué un artículo en la publicación de la Marina Alta "re-vista" sobre deporte y calzado, un artículo donde se daban claves para una buena elección del calzado para el deporte (que puedes consultar en entradas antiguas o en este enlace).

Pues en esta ocasión, vamos a centrarnos en las características del calzado para la carrera. Observo muchas dudas entre los deportistas que se dedican a esta actividad (corredores populares) que se dejan llevar más por el márketing de las casas deportivas que por los profesionales dedicados a la salud o al deporte.

Como ya dije en el artículo anteriormente citado, la elección del calzado deportivo es un factor determinante, ya que el uso de zapatillas inapropiadas, con el tiempo puede acarrear graves consecuencias para el organismo.


Vamos a dar algunas nociones que se deben de contemplar para la elección del calzado en este deporte.


Antes que nada, recordar que siempre hay que comprar el calzado centrándose en el pie más grande, los dedos deben moverse libremente y no tocar la puntera. Además, es recomendable probarlas con los calcetines que se utilicen en la práctica deportiva.

Hoy en día tenemos infinidad de avances e innovaciones en el calzado para el deporte y sobretodo para la carrera (o running), si nos centramos en el peso de la zapatilla, existen modelos muy ligeros que nos transmiten al correr una sensación de casi "poder volar". Las zapatillas con bajo peso son perfectas para competir, pero suelen estar aconsejadas únicamente para personas ligeras de menos de 70-75 kg de peso. No podemos olvidar que a pesar de los avances tecnológicos del calzado deportivo, el bajo peso en el mismo se paga con un desgaste más rápido de los materiales del calzado, por lo que la duración será menor y por tanto se tendrán que renovar más asiduamente.



Hay que tener en cuenta el estado del desgaste de la suela y el kilometraje puesto que la mayoría de los modelos están diseñados para hacer un determinado número de kilómetros y horas de entrenamiento, a partir de los cuales los sistemas de amortiguación se ven afectados. Además, no podemos olvidar que en cada impacto al correr, el peso que soporta el pie se multiplica por 6, por lo que pies y tobillos pueden verse afectados negativamente, y por cadenas musculares se transmiten a otras partes del cuerpo como las rodillas, caderas o columna. Muchas veces, una lesión de rodilla o un dolor en la espalda tienen como origen un calzado deportivo inapropiado o alteraciones en el apoyo plantar.



Podemos realizar algunas diferencias en las características de las zapatillas según sean para entrenar o para competir.





Principalmente, el calzado para entrenar tiene como característica principal el alto nivel de amortiguación, sobretodo en el talón, su estructura es bastante sólida y rígida, lo que permite gran estabilidad en el momento de apoyar el pie. Estas cualidades le hacen ser un calzado voluminoso y con un peso normalmente elevado, pero en él buscamos más la seguridad y estabilidad que la velocidad. Normalmente, a medida que el nivel del corredor es mejor, la zapatilla ya no requiere tanta protección en las sesiones de entrenamiento, buscando unas zapatillas más ligeras.


Tanto en la zapatilla para el entreno como para la competición, la suela es muy importante, ya que en terrenos naturales elegiremos suelas con surcos profundos que permitan que la materia que pisemos pueda evacuarse correctamente; en asfalto o materiales sintéticos, los surcos pueden ser menos profundos; y en campos de hierba o similar, los tacos es lo más recomendable.

Para competir existen modelos muy ligeros y con menor amortiguación que nos harán sentir más veloces. Las pautas de elección de este calzado, las regulará, el peso del corredor y la distancia que vaya a recorrer (no es lo mismo una carrera de 15 km que una de 42 km o más).


Las pautas generales para escoger el calzado para carrera respecto al peso, nos puede servir de guía la siguiente clasificación:


• Para corredores de +80 kg, zapatillas de al menos 400 g cada una, con alto nivel de amortiguación.
• Para corredores de -80 kg, zapatillas de entre 350-400 g cada una, con un nivel de amortiguación medio.
• Para corredores de -70 kg, zapatillas de entre 300-350 g cada una, con un nivel medio de amortiguación, o bajo en corredores experimentados y sin alteraciones en el apoyo plantar.


Para finalizar, debemos reseñar que hay diferencias en el tallaje entre las diferentes marcas de zapatillas, por tanto, no fiarse de las tallas y comprobarlas en la tienda antes de comprarlas.


Y por supuesto, acudir al podólogo ante malos apoyos plantares, lesiones repetidas, aparición de callosidades (esto puede ser la señal de una alteración en la dinámica plantar, y se debe de estudiar) o cualquier otra alteración.